El canto popular fue un movimiento musical originado en Uruguay en los años sesenta. El origen del término “Canto popular” es discutido, algunos investigadores afirman que esta denominación proviene del disco de José Carbajal (“El Sabalero”) titulado “Canto popular” editado en 1969, y posteriormente reeditado en Argentina (1971).
Sus inicios…
Precursores del Canto popular
Los primeros autores de canciones que luego se asociaron al canto popular fueron:
Aníbal Sampayo, compositor de “Rio de los pájaros pintados”
Precursores del Canto popular
Los primeros autores de canciones que luego se asociaron al canto popular fueron:
Aníbal Sampayo, compositor de “Rio de los pájaros pintados”
Osiris Rodríguez Castillo, quien resurgió el “Cielito” compuesto por Bartolomé Hidalgo a comienzos del siglo XIX.
Ruben Lena, autor de la célebre canción “A don José”, popularizada por el dúo “Los Olimareños”
Víctor Lima, en su amplio repertorio poético encontramos composiciones como “A orillas del Olimar”
Otros precursores: Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti, José Carbajal, entre otros.
Hacia 1952, el presidente argentino Juan Domingo Perón, sancionó el decreto N° 13.921 a través del cual se establecieron las pautas obligatorias para la difusión de la música nacional en las radios argentinas. Esto tuvo gran impacto en la música folclórica del país vecino, pero también Uruguay sintió las consecuencias de esta ola folclórica. Los precursores del canto popular, se mantuvieron al margen de dicho fenómeno, dando a la música un sentido más popular (no tan criollo) y una identidad nacional. Pretendieron como artistas, crear un cancionero popular y nacional uruguayo, claramente diferenciado de los países de la región. Una figura clave en la búsqueda de identidad musical uruguaya hacia 1960 fue Anselmo Grau. El mismo, además de ser compositor e intérprete, condujo diversos programas en radio y televisión, difundiendo el arte de sus contemporáneos.
Hacia 1952, el presidente argentino Juan Domingo Perón, sancionó el decreto N° 13.921 a través del cual se establecieron las pautas obligatorias para la difusión de la música nacional en las radios argentinas. Esto tuvo gran impacto en la música folclórica del país vecino, pero también Uruguay sintió las consecuencias de esta ola folclórica. Los precursores del canto popular, se mantuvieron al margen de dicho fenómeno, dando a la música un sentido más popular (no tan criollo) y una identidad nacional. Pretendieron como artistas, crear un cancionero popular y nacional uruguayo, claramente diferenciado de los países de la región. Una figura clave en la búsqueda de identidad musical uruguaya hacia 1960 fue Anselmo Grau. El mismo, además de ser compositor e intérprete, condujo diversos programas en radio y televisión, difundiendo el arte de sus contemporáneos.
El canto popular durante la dictadura
Durante este período de la historia nacional, el canto popular conformó una de las expresiones más populares de resistencia a la dictadura; expresando crítica, memoria, convocatoria y encuentro como forma de generar espacios de participación.
El silenciamiento
En los primeros años de dictadura se fue dando progresivamente la destrucción de buena parte de nuestra cultura nacional, silenciando a muchos artistas, impidiendo la difusión de sus obras e incluso se cerraron espacios culturales como forma de evitar manifestaciones artísticas. En el plano musical, se prohibió difundir los discos de Alfredo Zitarrosa, Los Olimareños, Daniel Viglietti, Numa Moraes, José Carbajal, Anselmo Grau y otros músicos vinculados al canto popular. Otro hecho que significó la destrucción de nuestra cultura musical, fue el arresto a Aníbal Sampayo pero paradójicamente sus disco continuaron en el comercio.
A pesar de estos impedimentos provenientes del régimen dictatorial, muchos artistas populares continuaron fomentando su corriente artística, evitando que la cultura se terminara de apagar. Aquellos espacios culturales que no fueron cerrados, resultaron espacios privilegiados para que estos artistas siguieran generando espectáculos. Tal es el caso del café concert “Shakespeare and Company” en que artistas como Pepe Vázquez, Imilce Viñas y Jorge Denevi organizaron espectáculos de teatro y música. Entre 1974 y 1975, se origina una segunda generación de artistas vinculados al canto popular. Surgió, en esos años, el “Grupo de Tacuarembó” dirigido por Washington Benavides. Este grupo formó parte de un movimiento intelectual y artistivo que agrupó a músicos y poetas. Durante esos años también, dos discos tuvieron gran repercusión “Soy del campo” de Carlos Benavides y “Hasta sucumbir” de Carlos María Fossati. En ambos se expresa la lucha montonera de los blancos en diversos momentos históricos, destacándose la lucha por la libertad. Durante los años comprendidos entre 1974 y 1978, el minuano Santiago Chalar grabó cinco long play. En 1977 apareció el grupo “Los que iban cantando” (Jorge Lazaroff, Jorge Bonaldi, Luis Trochón y Jorge Galemirequienes) influyeron a los músicos de este periodo. En 1976 Dino grabó su primer disco solista titulado “Vientos del sur”, Eduardo Mateo y Jorge Trasante grabaron también ese mismo año un disco que llevó sus nombres.
La renovación
A partir de 1978 comenzó un periodo llamado renovación. El mismo debe concebirse como un proceso, donde las manifestaciones culturales fueron acompañado los sucesos políticos nacionales e internacionales, a medida que se ingresaba nuevamente hacia la democracia los artistas comenzaron a liberarse de censuras. En este periodo se sucedieron muchos regresos de artistas que, durante el periodo del silenciamiento, debieron exiliarse en otros países.
En este periodo muchos artistas comenzaron a destacarse e incluso algunos grabaron su primer disco, algunos fueron: Eduardo Darnauchans, Gastón Dino, Tabaré Etcheverry, Pablo Estramín, entre otros. Durante este periodo de renovación se destaca la figura de Eduardo Mateo quien dio algunos recitales influyendo en otros artistas. Es preciso destacar la figura de Coriún Aharonian crítico musical quien contribuyó en la formación de esta nueva generación de músicos. Cabe decir, que durante el periodo de renovación, hubo mecanismos de control. Los artistas debían presentar las letras de las canciones que incluirían en sus recitales.
Fuente: GREISING, C. PÉREZ, C. y otros (2011) Historia uruguaya 11. La dictadura 1973-1974. Montevideo, Uruguay. E: De la Banda Oriental
Wikipedia.com
El silenciamiento
En los primeros años de dictadura se fue dando progresivamente la destrucción de buena parte de nuestra cultura nacional, silenciando a muchos artistas, impidiendo la difusión de sus obras e incluso se cerraron espacios culturales como forma de evitar manifestaciones artísticas. En el plano musical, se prohibió difundir los discos de Alfredo Zitarrosa, Los Olimareños, Daniel Viglietti, Numa Moraes, José Carbajal, Anselmo Grau y otros músicos vinculados al canto popular. Otro hecho que significó la destrucción de nuestra cultura musical, fue el arresto a Aníbal Sampayo pero paradójicamente sus disco continuaron en el comercio.
A pesar de estos impedimentos provenientes del régimen dictatorial, muchos artistas populares continuaron fomentando su corriente artística, evitando que la cultura se terminara de apagar. Aquellos espacios culturales que no fueron cerrados, resultaron espacios privilegiados para que estos artistas siguieran generando espectáculos. Tal es el caso del café concert “Shakespeare and Company” en que artistas como Pepe Vázquez, Imilce Viñas y Jorge Denevi organizaron espectáculos de teatro y música. Entre 1974 y 1975, se origina una segunda generación de artistas vinculados al canto popular. Surgió, en esos años, el “Grupo de Tacuarembó” dirigido por Washington Benavides. Este grupo formó parte de un movimiento intelectual y artistivo que agrupó a músicos y poetas. Durante esos años también, dos discos tuvieron gran repercusión “Soy del campo” de Carlos Benavides y “Hasta sucumbir” de Carlos María Fossati. En ambos se expresa la lucha montonera de los blancos en diversos momentos históricos, destacándose la lucha por la libertad. Durante los años comprendidos entre 1974 y 1978, el minuano Santiago Chalar grabó cinco long play. En 1977 apareció el grupo “Los que iban cantando” (Jorge Lazaroff, Jorge Bonaldi, Luis Trochón y Jorge Galemirequienes) influyeron a los músicos de este periodo. En 1976 Dino grabó su primer disco solista titulado “Vientos del sur”, Eduardo Mateo y Jorge Trasante grabaron también ese mismo año un disco que llevó sus nombres.
La renovación
A partir de 1978 comenzó un periodo llamado renovación. El mismo debe concebirse como un proceso, donde las manifestaciones culturales fueron acompañado los sucesos políticos nacionales e internacionales, a medida que se ingresaba nuevamente hacia la democracia los artistas comenzaron a liberarse de censuras. En este periodo se sucedieron muchos regresos de artistas que, durante el periodo del silenciamiento, debieron exiliarse en otros países.
En este periodo muchos artistas comenzaron a destacarse e incluso algunos grabaron su primer disco, algunos fueron: Eduardo Darnauchans, Gastón Dino, Tabaré Etcheverry, Pablo Estramín, entre otros. Durante este periodo de renovación se destaca la figura de Eduardo Mateo quien dio algunos recitales influyendo en otros artistas. Es preciso destacar la figura de Coriún Aharonian crítico musical quien contribuyó en la formación de esta nueva generación de músicos. Cabe decir, que durante el periodo de renovación, hubo mecanismos de control. Los artistas debían presentar las letras de las canciones que incluirían en sus recitales.
Fuente: GREISING, C. PÉREZ, C. y otros (2011) Historia uruguaya 11. La dictadura 1973-1974. Montevideo, Uruguay. E: De la Banda Oriental
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