CONTEXTO SOCIAL
Cambio en el mercado laboral
En este período en cambio más importante que se operó en el mercado laboral fue la expansión de la población activa.
¿A qué se debió este fenómeno?
En primer lugar a la feminización del mercado laboral. Este fue uno de los hechos sociales más importantes de esta etapa. En segundo lugar se incorporaron más hombres jóvenes al mercado laboral: descendió la edad promedio de los que ingresaron al mercado de trabajo con las consiguientes consecuencias negativas en su formación educativa. En tercer lugar aumentó la edad de retiro, por lo tanto los trabajadores se mantuvieron más tiempo en el mercado laboral.
Sobre los salarios
La política aplicada en durante la dictadura provocó que continuara el descenso del salario real de los trabajadores que había comenzado antes de 1973. A esta concentración del ingreso en un porcentaje muy pequeño de la población se le debe agregar el congelamiento de los gastos sociales del Estado, lo cual perjudicó, precisamente, a los mismos sectores cuyo salario real había bajado.
Por eso se puede afirmar que una característica fundamental de la sociedad uruguaya fue la desigualdad social cada vez mayor. En este período se produce un enriquecimiento de los estratos más altos. Sin embargo, los mayores ingresos en estos sectores tuvieron como efecto solo un mayor consumo pues no se incrementó el ahorro y no hubo, por parte de ellos una inversión en actividades productivas.
La emigración
Es el fenómeno más importante poblacional del periodo debido a sus consecuencias demográficas y al gran impacto que tuvo en la sociedad uruguaya. Si bien es una tendencia más estructural que comenzó antes y prosiguió después de la dictadura, fue en este periodo que el fenómeno cobró su mayor intensidad en el siglo XX.
La emigración comenzó teniendo, antes de 1973, razones económica: altas tasas de desocupación, descenso del salario real, estancamiento y regresión del Producto Bruto. El estancamiento económico era tan pronunciado que la emigración no implicó un descenso del desempleo. Evitó, si, un descenso, aún mayor de los salarios.
A estas motivaciones económicas, que siguieron vigentes se les unió, a partir del golpe de Estado, el derrumbe del sistema democrático. La destitución de miles de funcionarios públicos, la persecución a los que habían sido militantes antes de 1973 y a los que le seguían siendo, el clima opresivo en el que se vivía, determinaron que familias enteras tuvieran que exiliarse. En 1982, como consecuencia de la grave crisis económica, se produjo una nueva oleada migratoria.
La emigración, además, generó condiciones que retroalimentaron en fenómeno pues el gran número de uruguayos que vivían en distintas partes del mundo facilitó la salida de los que se quedaron en el país. Esto, provocó a su vez que el movimiento migratorio tuviera una proyección a largo plazo.
La cultura del miedo por Juan Rial y Carina Perelli
El clima que se vivió durante la dictadura converge en la conformación de esta atmosfera inherente a las dictaduras: la censura de la información, la prohibición de toda actividad política y sindical, la represión física y el control de las actividades colectivas. Los componentes de la cultura del miedo son el aislamiento, el silencio y la desesperanza.
Este clima fue vivido por el conjunto de la sociedad uruguaya y no solo por aquellos que fueron perseguidos. Atravesó al conjunto de la población aunque las vivencias de cada habitante variaron según una combinación de numerosos factores.
La sospecha, la autocensura, el no hablar con claridad sobre ningún tema público, la sensación de amenaza, la condena a cualquier agrupamiento, la prohibición de los artistas, la sensación de vigilancia en los lugares de trabajo y estudio afectaron al conjunto de la población aunque no todas las personas hayan sido conscientes de eso.
Sin espacios colectivos tradicionales
La dictadura llevó a que no funcionaran los partidos políticos ni los sindicatos. Las redes sociales a través de los cuales se procesaba la convivencia de los uruguayos se vieron afectadas o bien porque dejaron de existir o bien porque fueron controladas desde el aparato del Estado. Las instituciones culturales, los clubes deportivos, los clubes sociales, las cooperativas de vivienda, fueron rigurosamente vigiladas.
Los espacios de socialización permitidos
Durante la dictadura se generaron espacios de sociabilidad promovidos y, en general, impuestos desde el Estado como los Juegos Atléticos Deportivos Estudiantiles, los Festivales de Atletismo, los festivales anuales de Educación Física.
También en estos años se organizaron numerosos desfiles cívicos militares, festivales y concursos folklóricos. En Minas, por ejemplo, se desarrolló anualmente “La semana de Lavalleja” y en el marco del gobierno creó la llamada “Noche de los fogones”. La participación de esta vigilia alrededor del monumento de Artigas fue voluntaria.
Otro evento importante fue el Festival Nacional de Folklore de Treinta y tres en el que participaron, también de modo voluntario, desenas de artistas.
En este período en cambio más importante que se operó en el mercado laboral fue la expansión de la población activa.
¿A qué se debió este fenómeno?
En primer lugar a la feminización del mercado laboral. Este fue uno de los hechos sociales más importantes de esta etapa. En segundo lugar se incorporaron más hombres jóvenes al mercado laboral: descendió la edad promedio de los que ingresaron al mercado de trabajo con las consiguientes consecuencias negativas en su formación educativa. En tercer lugar aumentó la edad de retiro, por lo tanto los trabajadores se mantuvieron más tiempo en el mercado laboral.
Sobre los salarios
La política aplicada en durante la dictadura provocó que continuara el descenso del salario real de los trabajadores que había comenzado antes de 1973. A esta concentración del ingreso en un porcentaje muy pequeño de la población se le debe agregar el congelamiento de los gastos sociales del Estado, lo cual perjudicó, precisamente, a los mismos sectores cuyo salario real había bajado.
Por eso se puede afirmar que una característica fundamental de la sociedad uruguaya fue la desigualdad social cada vez mayor. En este período se produce un enriquecimiento de los estratos más altos. Sin embargo, los mayores ingresos en estos sectores tuvieron como efecto solo un mayor consumo pues no se incrementó el ahorro y no hubo, por parte de ellos una inversión en actividades productivas.
La emigración
Es el fenómeno más importante poblacional del periodo debido a sus consecuencias demográficas y al gran impacto que tuvo en la sociedad uruguaya. Si bien es una tendencia más estructural que comenzó antes y prosiguió después de la dictadura, fue en este periodo que el fenómeno cobró su mayor intensidad en el siglo XX.
La emigración comenzó teniendo, antes de 1973, razones económica: altas tasas de desocupación, descenso del salario real, estancamiento y regresión del Producto Bruto. El estancamiento económico era tan pronunciado que la emigración no implicó un descenso del desempleo. Evitó, si, un descenso, aún mayor de los salarios.
A estas motivaciones económicas, que siguieron vigentes se les unió, a partir del golpe de Estado, el derrumbe del sistema democrático. La destitución de miles de funcionarios públicos, la persecución a los que habían sido militantes antes de 1973 y a los que le seguían siendo, el clima opresivo en el que se vivía, determinaron que familias enteras tuvieran que exiliarse. En 1982, como consecuencia de la grave crisis económica, se produjo una nueva oleada migratoria.
La emigración, además, generó condiciones que retroalimentaron en fenómeno pues el gran número de uruguayos que vivían en distintas partes del mundo facilitó la salida de los que se quedaron en el país. Esto, provocó a su vez que el movimiento migratorio tuviera una proyección a largo plazo.
La cultura del miedo por Juan Rial y Carina Perelli
El clima que se vivió durante la dictadura converge en la conformación de esta atmosfera inherente a las dictaduras: la censura de la información, la prohibición de toda actividad política y sindical, la represión física y el control de las actividades colectivas. Los componentes de la cultura del miedo son el aislamiento, el silencio y la desesperanza.
Este clima fue vivido por el conjunto de la sociedad uruguaya y no solo por aquellos que fueron perseguidos. Atravesó al conjunto de la población aunque las vivencias de cada habitante variaron según una combinación de numerosos factores.
La sospecha, la autocensura, el no hablar con claridad sobre ningún tema público, la sensación de amenaza, la condena a cualquier agrupamiento, la prohibición de los artistas, la sensación de vigilancia en los lugares de trabajo y estudio afectaron al conjunto de la población aunque no todas las personas hayan sido conscientes de eso.
Sin espacios colectivos tradicionales
La dictadura llevó a que no funcionaran los partidos políticos ni los sindicatos. Las redes sociales a través de los cuales se procesaba la convivencia de los uruguayos se vieron afectadas o bien porque dejaron de existir o bien porque fueron controladas desde el aparato del Estado. Las instituciones culturales, los clubes deportivos, los clubes sociales, las cooperativas de vivienda, fueron rigurosamente vigiladas.
Los espacios de socialización permitidos
Durante la dictadura se generaron espacios de sociabilidad promovidos y, en general, impuestos desde el Estado como los Juegos Atléticos Deportivos Estudiantiles, los Festivales de Atletismo, los festivales anuales de Educación Física.
También en estos años se organizaron numerosos desfiles cívicos militares, festivales y concursos folklóricos. En Minas, por ejemplo, se desarrolló anualmente “La semana de Lavalleja” y en el marco del gobierno creó la llamada “Noche de los fogones”. La participación de esta vigilia alrededor del monumento de Artigas fue voluntaria.
Otro evento importante fue el Festival Nacional de Folklore de Treinta y tres en el que participaron, también de modo voluntario, desenas de artistas.